Preguntas frecuentes

Un huevo aporta 75 calorías, lo mismo que una fruta mediana, y menos que un vaso de leche descremada o una gaseosa.

Un huevo diario es lo sugerido por la Asociación de Cardiólogos de Estados Unidos, siempre en el marco de una alimentación sana y equilibrada.

Se les recomienda porque beneficia la salud cardiovascular, por las grasas insaturadas que contiene.

No existe ninguna diferencia en cuanto a las características nutricionales. La diferencia en el color de la cáscara se debe a la raza de la gallina.

El huevo cocido no pierde ni altera el valor vitamínico y mineral. En cuanto a sus proteínas, las hace más fácilmente digeribles.

Sí, ya que está compuesta en un 94% por carbonato de calcio. Su aprovechamiento es mayor cuando se la combina con ácido ascórbico presente en cítricos, siendo muy importante para la prevención y tratamiento de la osteoporosis.

Los huevos deben conservarse siempre en ambientes frescos, por tanto no es necesario colocarlos en la heladera o cámaras si la temperatura ambiente se encuentra sin altas temperaturas. En épocas en las cuales la temperatura es mayor, como el verano, sí el huevo no se consume dentro de un plazo razonable es recomendable guardar los huevos en la puerta de la heladera.

La cáscara del huevo está cubierta por una película que actúa de barrera protectora, por lo cual se aconseja no lavarlo. Lo aconsejable es consumir sólo aquellos que estén con su cáscara bien limpia (sin materia fecal) y no rota. Se puede cepillar antes de guardar, y se recomienda no cascarlo en el mismo recipiente en el que se prepara la comida. También se puede lavar, pero sólo en el momento de consumirlos.

Sí. Ninguna de estas manchas altera ni el sabor ni la calidad ni el valor nutricional del huevo. Las manchas rojas se pueden retirar con la punta de un cuchillo si alguien así lo desea, mientras que las “nubes” son señales de que el huevo está fresco.

Teniendo en cuenta que la cáscara es permeable, cuanto más viejo es el huevo, más aire tiene. De esta manera, y en forma simple podremos determinar el grado de frescura de un huevo al colocarlo en un recipiente con agua y sal (1,25 grs de sal en 100 cc de agua). Si se queda en el fondo es muy fresco; si flota a mediana altura es medianamente fresco; y si flota totalmente está en mal estado.

También se comprueba al agitarlos. Cuanto menos se mueve su interior, más frescos están.