Para tener en cuenta a la hora de realizar su compra
No comprar huevos envueltos en papel de diario o sueltos sin fecha de vencimiento.
No aceptar huevos con cáscara rota, agrietada ni sucia.
No comprar huevos partidos y volcados en un recipiente.
Los huevos deben presentar un color y un olor característicos.
La cáscara debe ser fuerte, homogénea y limpia, sin superficies mohosas.
La clara debe estar firme, transparente y sin enturbiamientos.
La yema debe ser de color uniforme, pudiendo oscilar entre el amarillo claro y el anaranjado rojizo, sin adherencias con la cáscara y conservándose centrada y entera.
Comprar huevos rotulados correctamente, que contengan identificación de origen, datos del productor y número de habilitación de granja por SENASA, fecha de envasado/vencimiento/duración (máximo 30 días), y número de envase de SENASA.
Para tener en cuenta durante la preparación del alimento
Evitar preparaciones con huevo crudo.
No cascarlos en el mismo recipiente en el que se realizar la preparación.
No lavarlos antes de guardarlos.
No es obligatorio que los huevos frescos (crudos) se conserven en la heladera, a menos que exista un calor excesivo en el ambiente.
El huevo puede congelarse si se encuentra en estado líquido previo a la cocción. Por ejemplo, un huevo batido.
Para descongelarlos, pasarlos a la heladera o bajo chorro de agua fría; nunca dejarlos descongelar a temperatura ambiente.
Romperlos en un recipiente distinto al que se empleará para la preparación, y nunca cascarlos en el borde de la sartén.
Conservarlos en lugar fresco.
No dejar los maples o los huevos directamente sobre la mesada de trabajo o tabla, ya que pueden contaminarse con salmonellas.
Si están muy sucios limpiarlos en seco (sin agua) antes de almacenar o utilizar.